La educación basada en valoraciones éticas: una condición para la articulación de la sociedad y de la educación

Resumen

La dinámica del pensamiento social, cuando se orienta hacia la discusión sobre educación superior, debería considerar dos elementos conceptuales: 1) el desarrollo que defina la actuación pedagógica en términos de ética, equidad, calidad, aprendizajes pertinentes y efectivos, prácticas educativas reflexivas de docentes que se sustenten en el diálogo y 2) el pensamiento social, que debería ser la guía del quehacer educativo hacia el qué y para qué enseñar. Ambos conceptos deberían garantizar una educación superior inclusiva y equitativa de calidad; asimismo, promover oportunidades de aprendizaje permanente relacionados con la ética para todos los estudiantes de diferentes edades y nivel institucional.Hoy en día, académicos de diferentes universidades y carreras de diversos países latinoamericanos coinciden en opinar que algunos comportamientos éticos han quedado ausentes en la formación universitaria, en grupos estudiantes y también en algunos docentes. “Desde finales del siglo pasado a la fecha, se orientan las entidades de educación superior por necesidad económica hacia la venta de servicios y a la internacionalización, lo que plantea un debate ético, en relación con la misión de las universidades” (Enríquez-2020). El presente trabajo trata de entender la razón de tal comentario, y lleva a las autoras a la reflexión y a hacerse las siguientes preguntas: ¿planifican las entidades de educación superior la educación en valores con criterios serios, formales y objetivos? ¿Consideran las universidades la educación moral y social como el eje principal en torno al cual gire una serie de temas diversos de forma transversal, como igualdad de oportunidades, evaluación con espíritu crítico de los valores imperantes en la sociedad, enseña pautas de respeto al medioambiente y se resalta la importancia del desarrollo sostenible, entre otros? Hechas dichas preguntas y comentarios,
 as investigadoras sienten la necesidad de promover en las universidades y en profesores que laboren en la educación superior, un compromiso con la formación ética que entregan, que practiquen con el ejemplo en su quehacer profesional, a fin de que se conviertan en un referente para el estudiante y formen ciudadanos capaces de desenvolverse y participar productivamente en una sociedad más justa y equitativa, partiendo de la formación y educación superioreducación recibida en valores.